Amigas y
amigos,
Estados Unidos está a punto de ofrecerle al mundo el primer animal
comestible genéticamente modificado: un salmón mutante
que podría acabar con poblaciones enteras de salmones salvajes y poner en
riesgo nuestra salud. Pero podemos evitarlo antes de que este sospechoso pez
Frankenstein llegue a nuestros platos.